Ambiente

Cómo es la vacuna vegetal que se prueba en Córdoba

Los datos hasta el momento arrojan que es “es extremadamente inmunogénica”. Sigue el llamado a voluntarios.

“Nos va bien, podemos ver que es una vacuna muy segura, sumamente segura”, dice con entusiasmo el virólogo Fernando Riera, el médico que dirige en Córdoba, desde el Sanatorio Allende, el ensayo clínico internacional de la vacuna contra el Sars-Cov-2, la primera en el mundo de origen vegetal desarrollada desde el inicio de la pandemia. “No sabemos aún la capacidad precisa de anticuerpos, porque es un resultado posterior, el punto final del fase 3, pero lo que sí se sabe, es que genera muchos anticuerpos: es extremadamente inmunogénica”, agrega.

El estudio de fase 3, que se realiza en Canadá, países europeos y de Latinoamérica, inició en Argentina en junio pasado y Córdoba convocó a voluntarios para participar de la prueba que requiere una aplicación de dos dosis con una diferencia de 21 días, la inoculación puede ser un placebo o la vacuna propiamente dicha. El desarrollo es impulsado por la empresa biofarmacéutica canadiense Medicago, junto al laboratorio británico GlaxoSmithKline, cuyo adyuvante (un compuesto complejo heterogéneo), se utiliza para potenciar la respuesta inmunológica en los organismos. Esta metodología ya se había utilizado para gripe y ébola pero nunca contra coronavirus.

Hasta el momento, la provincia sumó 700 voluntarios pero continúa la convocatoria para avanzar en el porcentaje de población que se requiere en la fase 3. Es por ello que se continúa reclutando a ciudadanos, no vacunados aún, que quieran colaborar con este proceso científico necesario.

Medicago00002
Los estudios de fase tres de la vacuna canadiense comenzaron hace seis meses y Argentina se sumó a partir de junio con la población de voluntarios cuya convocatoria permanece abierta. Foto: Medicago
“A mí me llegaron los turnos de las dos vacunas -la del estudio y también la del plan de vacunación de la Nación-, pero ese día yo ya tenía claro que quería participar de la prueba. Había leído que ya había datos que era buena y no dudé, quería participar del estudio”, dice a La Nueva Mañana Gabriel Arcos, que tiene 34 años y forma parte de los voluntarios en el estudio local. “Me llamó la atención que sea de origen vegetal, pero también me interesaba participar de la prueba como una forma de ayuda”, cuenta sobre las motivaciones que tuvo para registrarse.

Hasta el momento, Arcos ya recibió las dos dosis (pero por protocolo no sabe si es el placebo o la vacuna y más adelante se hará el cruce, para vacunar a los que faltan), la semana pasada tuvo el examen de sangre y explica que el procedimiento que le tocó transitar es muy sencillo: durante siete días luego de las inoculaciones, debe registrar en un planilla si tiene algunos síntomas y la temperatura corporal en ese momento. “Básicamente es eso y tengo un médico que me acompaña, me consulta cómo estoy y es a quien puedo recurrir ante cualquier cosa, no solo respecto al tema de los síntomas”, dice y agrega: “Mi expectativa claramente es que salga todo bien con esta vacuna y ayude”.

Otra tecnología
“El estudio no está cerrado, y quedan cuatro semanas o cinco, según cómo vaya el ritmo del reclutamiento. Cuanto más rápido se llegue al número global que se necesita, más rápido se llegará a la autorización de uso en el mundo”, explica Riera sobre los tiempos que transita la vacuna para ser autorizada. “Estimamos que antes de fin de año sería. Todos esperamos esto”, agrega el médico.

En cuanto al método de esta vacuna, el virólogo puntualiza que “es novedoso”, como también lo fue el de Moderna y Pfizer que son métodos que surgieron el año pasado y “son excelentes vacunas, fáciles de hacer”. Explica que tanto AstraZeneca como Sputnik V, también “son buenos y seguros” pero son métodos más tradicionales: Es como la tecnología de la vacuna de la gripe común que se basa en un embrión de huevos y para producirlas también hay que tener en cuenta la temporada del año y también cambios cuando varía la cepa. “Ahora se está produciendo para cepa del Hemisferio Norte según lo que circula”, explica Riera y agrega que la vacuna de Medicago, al utilizar plantas, tiene mayor plasticidad, y es “más fácil de cambiar” si hubiera mutaciones más graves, o fundamentales, ya que la vacuna canadiense utiliza plantas de Nicotiana benthamiana, que es el hospedador experimental más usado en virología vegetal, principalmente por la gran cantidad de virus que pueden infectarlo con éxito.

Continuar leyendo en original de La Nueva Mañana

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba